En este artículo se analiza brevemente la corrosión por grietas en el acero inoxidable o crevice corrosion.
A pesar de sus excelentes propiedades contra la corrosión, el deterioro por reacción con el ambiente también se puede dar en el acero inoxidable, en mayor o menor grado en función de la calidad del mismo y del entorno en el que se ubique.
Tal como vimos en un anterior artículo sobre la corrosión por picadura o pitting corrosion, a nivel general hay dos grandes tipos de corrosión, la uniforme y la localizada.
La corrosión por grietas (también llamada por rendija) se encontraría dentro del segundo grupo, apareciendo en puntos concretos del material (las grietas) que, cuando están sumergidas en una disolución, contienen una porción de la misma aislada. Este hecho genera una diferente concentración de oxígeno entre ambas partes, produciendo corrosión galvánica.
La presencia de cloruro contribuye a este tipo de corrosión, ya que la concentración del mismo destruye la capa pasiva de óxido. Una vez llegados a este punto es sólo cuestión de tiempo que la capa destruida se propague a la base del metal, pudiendo llegar a causar corrosión en la totalidad del material.
De forma parecida al PREN analizado en su día (Pitting Resistance Equivalent Number), la corrosión por grietas también dispone de un indicador para su medida, llamado CCCT (Critical Crevice Corrosion Temperature).
No obstante, a pesar de poderse utilizar para comparar diferentes aceros en relación a su resistencia a la crevice corrosion, es necesario tener en cuenta que no se trata de una constante como el PREN, debiéndose pues llevar a cabo una medición experimental para determinarlo para cada material.
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